Apunte# 7: EL CASERO

El casero es como el jefe final en tu mazmorra, el cual, cada mes, te diezma con sus cuotas de alquiler. Ese malvado que cohíbe tu libertad apareciendo irregularmente a tu piso. Entonces, se crea la batalla entre él y tu: la diplomacia sale a refulgir fuera de su vaina, y tus palabras chocan de forma sutil con este villano.

Evidentemente, no todos los caseros son así. Pero todos tienen puntos en común: siempre les vas a deber pasta, tu espacio es su espacio y los ves de higos a brevas. Eso si lo ves, claro.

Hay varias cosas que debes saber sobre ese peculiar personaje:

-Estás en sus dominios: es así; tu pago te da el derecho a vivir en su mazmorra. Aunque sea una de 30 metros cuadrados, es su propiedad. Eso que quiere decir: que cualquier accidente en el piso (que la lavadora explote, que un sillón se llene de pintura o que el muro que separa tu habitación del salón se caiga) serán siempre culpa tuya. Bueno, quizá no lo seas, pero siempre tendrás que pagar los desperfectos. O, como mínimo, la mitad de ellos. Algunos "accidentes" te podrían costar vivir en la calle.

-Su economía pende de la tuya: no siempre es así, pero es muy común que este ser se alimente únicamente de los beneficios que consiguen los habitantes en la mazmorra alquilada. ¿Esto que quiere decir? Muy sencillo: si por algún motivo no puedes pagar tu mensualidad, esta persona tendrá menos recursos. Parece que esto no te afecta, pero realmente si lo hace: si no cobra, no le interesas. Si no le interesas, calle. Simple.

-La gran mayoría de dueños de mazmorras son ancianos o ricachones: a estas alturas, pocas personas se pueden costear comprarse un piso. Por tanto, pocas personas pueden alquilar un piso. Ergo, ¿quienes tienen los pisos en este país? Los que ya los tenían comprados previamente, y los que los compran ahora. Vamos, viejecitos que se han ganado varios pisos en su pasado, o personas inteligentes con gran capital que invierten en su propio futuro, comprando diversos terrenos o pisos ya construidos. La gran mayoría de los alquileres de estos últimos son "viviendas zombie" cedidas anteriormente al banco.

-No te interesa la pelea cuerpo a cuerpo: ellos tienen el poder en su territorio. Tu palabra es nula contra los pergaminos que firmaste, puesto que ellos ya tienen experiencia y saben lo que escriben en sus documentos legales.

-La excepción: solo hay un ente superior a tu casero. Éste es el estado. El estado tiene poder sobre la mazmorra de forma indirecta. Y si hay algo fuera de regla por parte del casero, tu vas a comer el castigo. Eso es, hablamos del desahucio.

Tras estos detalles, debo aconsejaros:
-Lo mejor contra el casero son los hechizos. Tienes que encantarle con tu diplomacia y usar tu labia para evitar daños en la estructura de tu vida. Él siempre ha de creer que es su territorio, aunque él intente convencerte de lo contrario. Su casa es su casa.

-El ambiente de tu piso debe ser decente. Por lo menos, cuando él pase a hacer inspección. Si algo no está en regla, se mosqueará. Y si se mosquea, quebrantas el consejo anterior.

-Aunque pueda que él intente socializar mucho contigo (en mi caso, mi dueño de la mazmorra intenta hacer creer que es mi amigo, y quiere tomar birras conmigo) debes mantener una distancia con él. Quizá es la persona más humana y maja del universo, pero esa no es la relación que tenéis en ese momento. Tu eres el cliente que mora en su antigua mazmorra, no su colega. No olvides esto.

-Intenta, con métodos sofisticados, hacer que quieran algo que tu hagas. Puede que sepas reparar cañerías, coser muñecos o tener mano para los negocios y sacar descuentos. El objetivo es hacer el alquiler más barato. Te podrías sorprender de la cantidad de cosas que puedes llegar a hacer.

-Ante todo, respeto: como con cualquier relación social (aunque sea con una persona ameba) debes intentar conservar el respeto hacia ella. En este caso, es de especial relevancia, puesto que es algo así como tu "jefe". Él tiene algo que tú necesitas, y no debes cagarla.

Y con esto, termino mi extraño y oscuro aporte. Recordad: casero es debil al elemento diplomacia.

PD: cuidado con la pareja sentimental de esta criatura. Suele ser peor que el casero mismo.
PPD: suelen ser como harpías, e intentarán abusar del poder que tienen.
PPPD: no, no me refería a que me hubiera hecho favores y tal. Esto no entra a tema.